Capítulo 22: Así empezó mi aventura en la mar
La isla del tesoro Capítulo 22: Así empezó mi aventura en la mar de Robert Louis Stevenson Los amotinados ya no volvieron a atacar; ni siquiera dispararon un solo tiro desde el bosque. Habían recibido «suficiente ración para aquel día», como dijo el capitán, y pudimos dedicarnos sin otros temores a reparar el fortín, atender a los heridos y preparar una buena comida. El squire y yo nos ocupamos de esto último, e hicimos fuego en la explanada; estábamos al descubierto, pero ni nos dábamos cuenta, horrorizados por los gemidos que escuchábamos de los heridos que estaban siendo curados por el doctor. De los ocho que habían caído en el combate, sólo tres respiraban todavía: el pirata que recibió él tiro en la aspillera, Hunter y el capitán Smollet; pero los dos primeros podíamos ya darlos por muertos. El bucanero murió mientras le operaba el doctor, y Hunter, aunque hicimos todo cuanto estaba en nuestras manos, no volvió a recobrar el conocimiento; todavía...
Está viendo el 7% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas