El descubrimiento de la corriente eléctrica En 1800, Volta descubrió la pila y la corriente eléctrica, pero durante veinte años sólo interesaron los efectos químicos y psicológicos de ambos descubrimientos. Las cosas comenzaron a cambiar hacia 1820. Tras las experiencias de Oersted, Ampére analiza la acción de corrientes eléctricas sobre imanes, y viceversa. A partir de ahí va a dedicar sus esfuerzos a la transformación de la energía mecánica en eléctrica y a la inversa: había nacido la electrodinámica. Se había encontrado el principio de transformación de la electricidad en fuerza mecánica. Once años después, en 1831, Faraday señala que para crear una corriente basta con modificar un campo magnético. Son los fenómenos llamados de inducción, que se sitúan a la cabeza del camino hacia la transformación de la fuerza mecánica en electricidad.