1935: una hermosa simplicidad La tabla de las fuerzas de la naturaleza ya estaba completa en 1935, e incluía las cuatro interacciones principales: la interacción electromagnética, que se ejerce entre partículas cargadas; la interacción fuerte, que liga a los nucleones en el interior del núcleo; la interacción débil, responsable de la desintegración (3, y la interacción gravitatoria, Gracias a ello se pudo hacer una clasificación de las cuatro partículas de materia conocidas por entonces en dos familias: la de los leptones (el electrón y el neutrino), que no sufren la interacción fuerte, y la de los hadrones, que sí están sometidos a ella. Se introdujo una última partícula, distinta de las precedentes, el fotón, grano de energía electromagnética llamado también cuanto de radiación, y se admitió que las interacciones ejercidas a distancia entre partículas cargadas se efectuaban gracias a un intercambio de fotones. En resumen, todo parecía sencillo y armonioso, y todas y cada una de las cuatro partículas de materia tenían un papel muy definido.