... clásicos son, enverdad, un «síntoma» (en el sentido lacaniano de la palabra), una «quijotada» con palabras de Nietzsche: «poco a poco, la misma Grecia en su totalidadse transformó en un objeto ...
... y siempre se descubría cortésmente ante cualquier señora que mirara dentro.Puede que fuera una quijotada, pero era magnífico. No tardó en conocerse el significado que aquello en cerraba y el gran ...
... a ser aburrida y sin ningún relieve. «Te habrás enterado -me dijo la Señora- de la nueva quijotada de tu amigo el General Contreras. Este señor, que es infatigable en la imprevisión, apenas dio ...
... , conforme a lo que hablamos; pero el diablo lo enredó. Puede que saliera el hermano ese con alguna quijotada, y, lo que sucede entre hombres de carácter fuerte, dejaron correr con demasiada libertad ...
... s a mí que a nadie... Y usted dispense este lenguaje... pero, francamente, esto ha sido una quijotada. Quintanar comprendió que aquello era una insolencia, pero estaba furioso y no quiso recogerla ...
... , conforme a lo que hablamos; pero el diablo lo enredó. Puede que saliera el hermano ese con alguna quijotada, y, lo que sucede entre hombres de carácter fuerte, dejaron correr con demasiada libertad ...
... s a mí que a nadie... Y usted dispense este lenguaje... pero, francamente, esto ha sido una quijotada. Quintanar comprendió que aquello era una insolencia, pero estaba furioso y no quiso recogerla ...
... a ser aburrida y sin ningún relieve. «Te habrás enterado -me dijo la Señora- de la nueva quijotada de tu amigo el General Contreras. Este señor, que es infatigable en la imprevisión, apenas dio ...
... indiferente de los labriegos, y era incapaz de soñar, como el caballeresco hidalgo de Limioso, en la quijotada de entrar por la frontera del Miño a la cabeza de doscientos hombres. Mas a falta ...
... a ser aburrida y sin ningún relieve. «Te habrás enterado -me dijo la Señora- de la nueva quijotada de tu amigo el General Contreras. Este señor, que es infatigable en la imprevisión, apenas dio ...
... indiferente de los labriegos, y era incapaz de soñar, como el caballeresco hidalgo de Limioso, en la quijotada de entrar por la frontera del Miño a la cabeza de doscientos hombres. Mas a falta ...
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