Capítulo IV. La didáctica histórico-geográfica como saber-poder emergente durante la II República

En el marco de un Estado democrático e interventor como el surgido de la Constitución de 1931, el desarrollo de las preocupaciones metodológicas, del interés público y privado por las didácticas especiales, un propósito que expresa a la perfección aquella invocación del «hay que enseñar a enseñar» que realizaba el normalista Alejandro Tudela en 1928,1 caminaba en paralelo a la puesta en marcha de un proceso de profunda reforma del sistema estatal de educación inspirado en los principios de la escuela unificada.Las didácticas específicas son mucho más que una tecnología aséptica —ninguna lo es— al servicio de un determinado fin, en sí mismo legítimo; a saber, la eficaz y correcta transmisión de los conocimientos que encierra una disciplina o materia del currículo —o, si se prefiere, pues éste bien podría ser propiamente el mac guffin de la trama, la correcta gestión del tiempo de la lección que alumnos y profesores comparten en el interior de un aula...

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