Amadeo I : 23
Amadeo I : 23 de Benito Pérez Galdós En medio de la placidez de la vida campestre y balnearia, no se extinguían absolutamente las inquietudes de Obdulia. Una noche despertó sobresaltada y pegando gritos. Había soñado que hallándose en la frescura y recreo de su baño, vio venir de mar afuera un horrendo tiburón, abierta la espantosa boca con triple fila de dientes. El cetáceo no era otro que Aquilino de la Hinojosa, metido en aquel disfraz para devorar a su cónyuge infiel. Entre las mandíbulas del monstruo marino estaba ya cuando despertó de la pesadilla. El terror le duró largo rato después de despierta, y sólo a fuerza de cariños pude tranquilizarla, prometiéndole además el exterminio del afinador, en cuanto le cogiese a tiro. La partida del Rey, que embarcó para visitar otros puertos de la costa; las enojosas lluvias, que anunciaban la declinación de la temporada, y la merma...
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas