Anaconda: 06

14/03/2011 878 Palabras

Anaconda de Horacio Quiroga Capítulo VI -¡Por fin! -exclamaron todas, rodeando a la exploradora-. Creíamos que te ibas a quedar con tus amigos los hombres... -¡Hum!... -murmuró Ñacaniná. -¿Qué nuevas nos traes? -preguntó Terrífica. -¿Debemos esperar un ataque, o no tomar en cuenta a los Hombres? -Tal vez fuera mejor esto... Y pasar al otro lado del río repuso Ñacaniná. -¿Qué?... ¿Cómo?... -saltaron todas-. ¿Estás loca? -Oigan, primero. -¡Cuenta, entonces! Y Ñacaniná contó todo lo que había visto y oído: la instalación del Instituto Seroterápico, sus planes, sus fines y la decisión de los hombres de cazar cuanta víbora hubiera en el país. -¡Cazarnos! -saltaron Urutú Dorado, Cruzada y Lanceolada, heridas en lo más vivo de su orgullo-. ¡Matarnos, querrás decir! -¡No! ¡Cazarlas, nada más! Encerrarlas, darles bien de comer y extraerles cada veinte días el veneno. ¿Quieren vida más dulce? La asamblea quedó estupefacta. Ñacaniná había...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info