Apéndice 4. Leonardo y el telescopio

LA exposición «Leonardo da Vinci» (Milán, 1939) sirvió para devolver al artista florentino el mérito de la invención del telescopio, un mérito que hoy no se le discute a pesar de que en este caso —como en el de la máquina volaora— no pudo materializar satisfactoriamente el proyecto de construir una «máquina celeste». En los cuadernos del artista, Doménico Argentieri ha seguido paso a paso las distintas fases del invento. En primer término, es conveniente recordar que la invención del telescopio ha sido atribuida a Galileo Galilei, a pesar de que éste la adjudicase, humildemente, a un holandés. En 1609, Galileo escribe: «El holandés, primer inventor del telescopio, era un simple maestro de óptica, el cual, casualmente, al manipular vidrios de distintas clases, se inclinó al mismo tiempo para mirar a través de dos, uno cóncavo y el otro convexo.» Una casualidad digna de reflexión, ya que sirve para ilustrar, con el fresco sabor de una anécdota, el hecho de...

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