David Copperfield - Tercera Parte - Capítulo XXIII
David Copperfield Tercera Parte: Capítulo XXIII de Charles Dickens Llego al fin de lo que me había propuesto relatar; pero hay todavía un incidente en el que mi recuerdo se detiene a menudo con gusto, y sin el cual faltaría algo. Mi nombre y mi fortuna habían crecido, y mi felicidad doméstica era perfecta, llevaba casado diez años. Una tarde de primavera estábamos sentados al lado del fuego, en nuestra casa de Londres, Agnes y yo. Tres de nuestros niños jugaban en la habitación, cuando vinieron a decirme que un desconocido quería verme. Le habían preguntado si venía para negocios, y había contestado que no, que venía para tener el gusto de verme, y que llegaba de un largo viaje. Mi criado decía que era un hombre de edad y que tenía un aspecto colonial. Aquella noticia me produjo cierta emoción; tenía algo misterioso que recordaba a los niños el principio de una historia favorita que a su madre le gustaba contarles, y donde se veía llegar, disfrazada así,...
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