El fin de la vida
Rosario de sonetos líricos de Miguel de Unamuno Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original. [ pág. ] VIII EL FIN DE LA VIDA Fué flor que al árbol arrancó el granizo y luego en tierra el sol la vió, despojo, entre el polvo rodar por el rastrojo del viento al albedrío tornadizo. Mantillo al tin la oscura flor se hizo al pié escondido de espinoso tojo y en el trascurso de un ocaso rojo la enterró vil gusano. De su hechizo [ pág. ]<poem> quedó libre el perfume, lo que aspira hacia el cielo inmortal, templo de calma en que no hay ni granizo ni mentira; que es el cuerpo algo más que vil enjalma de la mente; para el canto es lira, y es el fin de la vida hacerse un alma. B. IX 10. Rosario de sonetos líricos de Miguel de Unamuno Introducción - I - II - III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII - XIII - XIV - XV - XVI - XVII - XVIII - XIX - XX - XXI...
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