Electra: 51

Electra de Benito Pérez Galdós Escena VIII ELECTRA, PANTOJA. PANTOJA.- Hija mía, ¿te asustas de mí? ELECTRA.- ¡Ay, sí!... no puedo evitarlo... Y no debiera, no... Don Salvador, dispénseme... Me voy al corro. PANTOJA.- Aguarda un instante. ¿Vas a que los pequeñuelos te comuniquen su alegría? ELECTRA.- No, señor: voy a comunicársela yo a ellos, que la tengo de sobra. (Se aleja el canto del corro de niños.) PANTOJA.- Ya sé la causa de tu grande alegría, ya sé. ELECTRA.- Pues si lo sabe, no hay nada que decir. Hasta luego, Don Salvador. PANTOJA.- (Deteniéndola.) ¡Ingrata! Concédeme un ratito. ELECTRA.- ¿Nada más que un ratito? PANTOJA.- Nada más. ELECTRA.- Bueno. (Se sienta en el banco de piedra. Pone a un lado las flores, y las va cogiendo para adornarse con ellas, clavándoselas en el pelo.) PANTOJA.- No sé a qué guardas reservas conmigo, sabiendo lo que me interesa tu existencia, tu felicidad... ...

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