Electra: 62

Electra de Benito Pérez Galdós Escena VII ELECTRA, PANTOJA, DOROTEA. PANTOJA.- Hija mía, ¿cómo saliste de la iglesia sin que yo te viese? DOROTEA.- Salimos a respirar el aire puro. Electra se asfixiaba. (Aparte.) La hora se acerca... Dios nos ayudará. PANTOJA.- Hija mía, ¿te sientes mal? ELECTRA.- (Con voz apagada y medrosa.) Mi madre me llama. PANTOJA.- (Cariñosamente, cogiéndola de la mano.) La voz dulce de tu madre, hablándote en espíritu, te confortará, te ligará con lazos de piedad y amor a esta santa casa. (Óyese por la iglesia coro de novicias.) Escucha, hija mía, esas voces de los ángeles, que te llaman desde el Cielo. ELECTRA.- (Delirando.) Es el canto de los niños jugando al corro. Entre esas voces tiernas suena la de mi madre llamándome a su sepulcro. PANTOJA.- Estás alucinada. Es el caso de ángeles divinos. ELECTRA.- No hay ángeles, no, no... Oigo mi nombre, oigo el bullicio de los niños, que remueve...

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