La Divina Comedia: El Infierno: Canto XVII

La Divina Comedia El Infierno: Canto XVII de Dante Alighieri <poem> ¡He aquí la fiera de aguzada cola, que traspasa montes y abate muros y armas! ¡He aquí la que corrompe al mundo entero! Así empezó a hablarme mi Guía; y le indicó que se arrimara a la orilla, donde morían los hollados mármoles. Y aquella inmunda imagen del engaño vino, y acercó la testa y el tronco, pero a la orilla no allegó la cola. Su rostro era el de un varón justo, tan benigna era por fuera la piel, y de serpiente todo el restante cuerpo; vellosas hasta la axila eran sus zarpas, la espalda y el pecho y ambos costados de lazos y escudos salpicados. De más colores, en fondos y relieves, no habido nunca tela Turca o Tártara, ni hubo tal otra que Aracnea preparara. Como se ven a veces las barcas en la orilla que en parte sumergidas y en parte están en tierra, y como allá entre los golosos Tudescos el castor a lanzar su guerra se apresta, así la pésima fiera se tenía en el borde de...

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