La Divina Comedia: El Infierno: Canto XXIII

La Divina Comedia El Infierno: Canto XXIII de Dante Alighieri Callados, solos y sin compañía ambos uno tras del otro íbamos, como los frailes menores van en fila. Vino la fábula de Esopo a mi mente a causa de la riña, aquella digo la de la rana y del topo; que más no se asemejan mo e issa como ambas cosas, si bien se consideran el principio y el fin con mente atenta. Y como un pensar brota de otro, así de aquel nació otro luego que a mi primer miedo lo hizo el doble. Pensaba yo así: Estos por nuestra causa escarnecidos quedaron con daño y burla tal, que han de estar muy irritados. Si a la maldad ira se agrega, vendrán tras nosotros más crueles que perro que a la liebre aferra. Sentía que de miedo se erizaban ya todos mis cabellos, y miraba atrás atento, cuando dije: Maestro, si a ambos no nos ocultas prontamente, tengo miedo de los Malebranche. Detrás nuestro los tenemos; y tanto lo imagino, que ya los siento. Y él: Si yo fuera de espejado vidrio, tu...

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