La Divina Comedia: El Infierno: Canto XXIV

La Divina Comedia El Infierno: Canto XXIV de Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto XXIV, 88-100, El castigo de los ladrones. En aquella parte del año joven, cuando el Sol su cabellera templa bajo Acuario, y ya las noches media jornada van durando, cuando la escarcha sobre la tierra imita la blanca imagen de su hermanita, y poco dura al calor su resistencia, el campesino, a quien el pienso falta, se alza y mira, y al ver los campos todos de blanco, se hiere el anca, y vuelve a casa, y aquí y allá se lamenta como el pobrecillo que nada sabe qué hacer; mas luego ríe y recupera la esperanza, viendo que el mundo cambia la cara en pocas horas, y entonces toma el cayado y afuera las ovejillas a pacer saca. Así confuso me dejó el maestro cuando lo vi con la frente tan turbada, y luego de pronto al mal puso remedio; porque, llegados al puente devastado, el Conductor a mi volvióse con aquel guiño dulce que antes había visto al pie del monte. Abrió los...

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