La Divina Comedia: El Infierno: Canto XXXI

La Divina Comedia El Infierno: Canto XXXI de Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto XXXI, Antaeus manda abajo a Dante y a Virgil en el noveno círculo. Una misma lengua me mordió primero, tiñéndome una y otra mejilla, y me aplicó después el remedio; así supe que hacer solía la lanza de Aquiles y de su padre, que era causa primero de triste don y luego de bueno. Al mísero valle dimos la espalda subiendo por la orilla que lo ciñe en torno, transitando sin decir palabra. Era allí menos que noche, menos que día, de modo que la vista se alargaba poco; sentí entonces bramar un alto cuerno, tan fuerte que un trueno habría sido flojo, que en opuesto sentido de su marcha, me hizo a un lugar volver atento el ojo. Tras la dolorosa derrota, cuando Carlo Magno perdió la santa gesta, no sonó tan terriblemente Orlando. Así que a poco de volver allá la testa, parecióme ver muchas altas torres y dije: Maestro, ¿qué comarca es ésta? Y él a mí: Mucho ha...

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