La Divina Comedia: El Infierno: Canto XXXIII

La Divina Comedia El Infierno: Canto XXXIII de Dante Alighieri William Blake: El Infierno, Canto 33, 1-87, Ugolino y sus hijos en prisión. Alzó la boca del fiero pasto aquel pecador, limpiándola en el pelo de la testa que por detrás devastaba. Luego empezó: Tú quieres que renueve el atroz dolor que el corazón me aprieta de solo pensar, aún antes que hable. Mas si podrán ser mis palabras semilla de rendir infamia al traidor que carcomo, hablar y llorar me verás juntamente. No se quién eres tú ni de qué modo has venido aquí abajo; mas florentino pareces en verdad cuando te oigo. Has de saber que yo fui el conde Ugolino y que éste es el arzobispo Ruggieri; ahora te diré porqué le soy tal vecino. Que por efecto de sus malos pensamientos, fiándome de él, caí preso y fui muerto, no hace falta decirlo; pero de aquello que no pudo ser visto, es decir cómo mi muerte fue cruda, oirás, y sabrás si me ha ofendido. Un breve hueco dentro de la Muda, la cual,...

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