La Divina Comedia: El Paraíso: Canto XIV

La Divina Comedia El Paraíso: Canto XIV de Dante Alighieri Del centro al cerco, y del cerco al centro muévese al agua en redondo vaso, si agitada es ya por fuera, ya por dentro. En mi mente fue súbito acaso esto que digo, cuando se hubo callado el alma gloriosa de Tomás, por la semejanza que surgió entonces entre sus palabras y las de Beatriz, a quien comenzar, tras él, plugo: A éste le está faltando, y no lo diz ni con la voz ni pensando todavía, de otra verdad llegar a la raíz. Decidle si la luz con que se adorna vuestra sustancia, quedará con vos eternamente así como está ahora: y si así queda, decidle cómo, luego que visible seáis hecho de nuevo, podrá ser que no hiera a la mirada. Como, de mayor dicha tintos y llevados, a cada vuelta los que van de ronda, alzan la voz y alegres gesticulan, así, a la demanda devota y pronta, los santos cercos mostraron nuevo gozo en su danza y en su admirable nota. Quien se lamenta porque aquí se muera para vivir...

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