La Divina Comedia: El Paraíso: Canto XXVIII

La Divina Comedia El Paraíso: Canto XXVIII de Dante Alighieri Luego que contra la presente vida de los míseros mortales, abrióme la verdad la dama que mi mente emparaísa, como quien en espejo de un candelero la llama ve detrás suyo alumbrada, antes de verla o pensarla, y se vuelve, para ver si el vidrio le habla cierto, y ve que concuerda con la imagen, como canto con su metro; así mi memoria recuerda que tal hice, mirando en los ojos bellos, de los que Amor hizo, para pillarme, la cuerda. Y así que vuelto me hube, y heridos fueron mis ojos por lo que en aquel volumen luce, al fijar los ojos atentos a su giro, vi allí una luz que radiaba desde un punto, tan intensa, que al rostro que la enfocaba forzaba a cerrarse su poder agudo: y una estrella que aquí parece tan poca, sería una luna, colocada a él junto, como estrella junto a estrella se coloca. Tal vez tanto cuanto se ve vecino el halo que ciñe la luz que lo dibuja, cuando el vapor que lleva es más...

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