La Divina Comedia: El Purgatorio: Canto V

La Divina Comedia El Purgatorio: Canto V de Dante Alighieri Habíame ya de aquella sombra partido y las huellas de mi conductor seguía cuando detrás de mi, alzando el dedo, uno gritó: ¡Ved que no brilla el izquierdo rayo en aquel de abajo y al parecer se conduce como un vivo! Volví la vista de esta voz al sonido y allí estaba mirándome con maravilla a mí, a mí y a la luz que estaba rota. ¿Porqué tu alma tanto se complica, dijo el maestro, que el paso aflojas? ¿qué te afecta lo que aquí se musita? Sígueme y deja hablar a la gente, sé como firme torre que su cima no abate por más que sople el viento; porque siempre que apila el hombre un pensamiento sobre otro, se desvía del intento, pues en llegando el uno se debilita el otro. ¿Qué podría yo decir, sino “ya voy”? Díjeselo, un poco de rubor moteado que acaso hace al hombre de perdón digno. En tanto por la costa al sesgo venía gente un poco hacia nosotros cantando “Miserere” verso por...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información