Las inquietudes de Shanti Andía: 037

23/10/2009 1.001 Palabras

none Pág. 037 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro segundo Pío Baroja ¿Habrá que decir que yo estuve en su presencia torpe, turbado, hecho un tonto? No, no es necesario. Me encontraba en la edad del pavo, no había tratado a ninguna mujer y era naturalmente tímido. Doña Hortensia dijo al criado: -Dígale al señor que le esperamos para almorzar. Media hora después vino don Matías Cepeda y fui presentado a él. El señor Cepeda no era un hombre simpático, ni mucho menos; tenía la cara dura, juanetuda, la nariz chata, la frente pequeña y el bigote corto y cerdoso. Con don Ciríaco el señor Cepeda estuvo muy atento, y hasta pretendió ser ocurrente; a mí no me miró. Sin duda, el no tener cincuenta años, para don Matías, era una impertinencia. Solamente me dirigió una frase, y ésta me escoció: -Ten cuidado -me dijo-, porque aquí, en Cádiz, te van a tomar el pelo. Después de almorzar, don Matías y don Ciríaco se retiraron para hablar de...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información