Las mil y una noches:125
Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 94ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 94ª NOCHE Ella dijo: "Y dicho esto, la figura del anciano se borró ante nuestros ojos. "Entonces empaquetamos todas las mercaderías que nos quedaban y cuanto habíamos comprado en el país de los rumís, y salimos de Constantinia. Al cabo de tres jornadas de marcha, encontramos el monasterio en medio de un villorrio. Para no llamar la atención sobre nuestros proyectos, desembalamos parte de las mercaderías en la plaza pública, según es costumbre entre los mercaderes, y nos pusimos a vender hasta que cayó la noche. Y a favor de las tinieblas, nos deslizamos en el monasterio, amordazamos al monje portero y penetramos en el subterráneo. Y como había dicho la aparición, encontramos al santo asceta Abdalah, que está ahora en uno de nuestros cajones, que vamos a poner en tus manos". Y después de repetir estas palabras a sus soldados para que las aprendiesen bien, la...
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