Paula Rego

16/01/2009 1.395 Palabras

Perfil Conocida desde hace tiempo en Portugal y el Reino Unido, donde actualmente reside, la pintora portuguesa Paula Figueiroa Rego, Paula Rego, es, sin embargo, una especie de "recién llegada" para el gran público español, que ha empezado a descubrirla recientemente con una exposición de 200 trabajos en el Centro de Arte Reina Sofía, que fue inaugurada el 25 de septiembre de 2007. Y no será porque sus obras no propicien el escándalo o el asombro de quienes visitan sus exposiciones, ya que la artista es conocida por sus cuadros de personajes en posturas sexuales un tanto explícitas o personas que dan muestras de instintos más propios de los animales. Sobre esto último trata, por ejemplo, su serie de pinturas "Mujer perro", de la década de los años 90, en la que, con tonos pastel, pincela a varias féminas en posturas caninas. Por aquel entonces, su mural "El jardín de Crivelli" la convierte en 1991 en la única artista con vida en tener una obra colgada en la National Gallery de Londres. En sus cuadros, Rego invita al espectador a sumergirse en la visión del mundo que ella propone, nacida de su propia experiencia vital e inspirada en los recuerdos de su infancia en Portugal y en sus posteriores años de Londres, que quedaron marcados por la enfermedad y la muerte de su marido y de su padre. Esa visión está llena de historias ajenas, pero, sobre todo, propias, donde la pintora plasma los problemas que le han afectado en su vida como el aborto. Y sobre esta última cuestión trata una serie de pinturas y aguafuertes con los que pretende denunciar la hipocresía de una sociedad que obliga a abortar a las mujeres de forma clandestina. Los asuntos "ajenos" llevan una carga de denuncia social con la que Rego expresa su opinión sobre el régimen político del dictador portugués Oliveira Salazar, la sumisión de la mujer al hombre o la guerra de Irak, donde > aparecen figuras humanas y animales mezcladas. Los expertos sitúan sus primeras obras, las de las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX, en la corriente neo-dadaista, siempre con un estilo informal. Más tarde pasaría a formar parte del llamado Grupo de Londres al exhibir algunas de sus obras junto a su colega británico David Hockney, entre otros. En su última fase pictórica, en la que se encuentra actualmente, Rego ha desarrollado un estilo más ilustrativo y figurativo, en la línea del pintor anglo-irlandés Francis Bacon y del británico Lucian Freud. Esas experiencias de su mundo exterior e interior han marcado profundamente a una artista que desde pequeña tuvo que sentir lo que era estar separada de sus seres queridos. Sus padres emigraron a trabajar a Inglaterra y ella se quedó en Lisboa con los abuelos paternos, a los que quería mucho, y una tía de su madre, con la que no se llevaba nada bien. Su formación en inglés en la escuela Saint Julian de Carcavelos (Portugal) ayudó a su posterior integración en la vida de la Slade School of Art de Londres, donde conoció al artista Victor Willing, quien en ese momento estaba casado, pero que se divorciaría más tarde para convertirse en su esposo. Con él tuvo tres hijos, Caroline, Victoria y Nicholas, y repartió su tiempo entre el Reino Unido y Portugal hasta que fijó su residencia permanente en 1975 en Londres. En 1988, Rego enviudó al morir su esposo, que llevaba varios años sufriendo esclerosis múltiple. Entre los múltiples reconocimientos que Rego ha recibido se encuentran el reciente Doctorado Honorario de las Letras de la Universidad de Oxford (2005) y la Gran Cruz de la Orden de Santiago de la Espada de Portugal (2004).

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