Realidad: 11

Realidad de Benito Pérez Galdós Escena X OROZCO que sale de su despacho, sin traje de etiqueta. AUGUSTA. OROZCO.- Ya se van... Gracias a Dios. La sociedad me cansa más cada día. (Se sienta en el sillón y apoya la frente en la palma de la mano.) AUGUSTA.- (Viniendo del salón.) Gracias a Dios que se fueron. Deseo estar sola. (Reparando en OROZCO.) ¡Ah! ¿Estás ahí?, ¿duermes? OROZCO.- No. AUGUSTA.- ¿Por qué no te acuestas? OROZCO.- No dormiré. AUGUSTA.- Padeces de insomnio. Tomás, tú no estás bien. Es preciso que te cuides y pongas orden en ese cerebro. Cavilas demasiado, te fijas más de lo conveniente en asuntos que no debieran interesarte en tanto grado. OROZCO.- Pues mis desvelos deben de ser contagiosos, porque tú también estas últimas noches estuviste muy despabilada. AUGUSTA.- Es que cuando te siento despierto, no puedo dormir. No creas; a mí no me importa. Resisto perfectamente los largos insomnios. Este cerebro mío, creo yo que es...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información