Realidad: 25

Realidad de Benito Pérez Galdós Escena V Los mismos; MALIBRÁN. MALIBRÁN.- Señora y amiga... AUGUSTA.- ¡Qué sorpresa! No le esperaba. Viene usted como llovido del cielo. MALIBRÁN.- No vengo del cielo, sino que entro en él, pues entro donde usted está. AUGUSTA.- ¡Ay, Dios mío, cuanta finura! VILLALONGA.- Don Cornelio... (Saludándole.) MALIBRÁN.- Don Jacinto... Creí encontrar aquí a Joaquín Viera. AUGUSTA.- ¿Ha llegado? Presumo que es amigo de usted. MALIBRÁN.- Vivimos juntos algunos meses en Londres. Pues estuvo a verme esta mañana. Y a propósito, ¿es cierto que Clotildita...? Y Federico, ¿qué hace...? VILLALONGA.- Sí; de él hablábamos. MALIBRÁN.- Le compadezco... por eso, y por otras muchas cosas. Es un desequilibrado, un cerebral, una contradicción viva, una antítesis... AUGUSTA.- ¡Vaya, que no trae usted hoy poca sabiduría...! VILLALONGA.- Su trabajo le cuesta. ¡Hombre dado a las investigaciones...! MALIBRÁN.- No lo puedo...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información