Realidad: 28

Realidad de Benito Pérez Galdós Escena VIII OROZCO; AUGUSTA. AUGUSTA.- ¡Qué hombre, qué monstruo!, cuéntame... Yo rabiaba de curiosidad, y abrí un poco la puerta. Pero no pude enterarme bien. ¿Le has dado algo? OROZCO.- Lo menos posible. AUGUSTA.- ¡Ay!, deja que me reponga del terror que me causa. OROZCO.- ¿Terror?... A mí me divierte. Histrión más perfecto no creo que exista. AUGUSTA.- ¿Pero qué...? Creí entender algo de una obligación olvidada. OROZCO.- Sí, de las de ocho mil libras. AUGUSTA.- ¿Pero es legítima? Porque ése sería capaz de falsificar... OROZCO.- Es legítima. AUGUSTA.- ¿Y qué... te has negado a pagarla? OROZCO.- Aunque bien pudiera sostenerse la prescripción, yo no la admito, no puedo admitirla, y el crédito ese, como deuda sagrada, debe pagarse. AUGUSTA.- Tomás de mi alma ¿serás capaz...? OROZCO.- Ten calma. No sabes... AUGUSTA.- Tu rectitud ha venido a ser una verdadera demencia. Esas deudas fiambres, obscuras y...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información