V. El compositor

Consejo de familia

Su situación se complicó pronto, en lógica consecuencia, porque ni se tomaba la molestia de ir al colegio. Esta circunstancia motivó una grave reunión familiar. «Mi madre acababa de recibir una nota en la que se le comunicaba que hacía seis meses que no había puesto los pies en la escuela. La queja que el propio director había dirigido anteriormente a mi tío, había quedado sin respuesta y los profesores habían dejado de vigilarme, con toda razón, porque yo ni siquiera iba al colegio. Se reunió una vez más el consejo de familia. ¿Qué harían conmigo? Apoyé con tan vehementes protestas mi inclinación hacia la música que se pusieron finalmente de acuerdo, para que, al menos, aprendiera a tocar convenientemente un instrumento. Mi cuñado, Brockhaus, propuso entonces enviarme a casa de Hummel, en Weimar, a fin de que éste hiciera de mí un buen pianista, pero yo me apresuré a declarar que, a mi entender, "consagrarse a la música" significaba "componer" y no interpretar un instrumento. Por último, mi familia cedió. Acordaron dirigirse al profesor Müller, que me había dado secretamente lecciones no retribuidas, para que me enseñara armonía con todas las de la ley. Por mi parte, juré reanudar con toda la seriedad que estaba a mi alcance mis estudios en el Nikolai-Gymnasium».

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información