VIII. El Manifiesto De Cartagena

Entrada de Bolivar en Caracas, el 6 de agosto de 1813. EL desterrado observa desde su hamaca los movimientos de la anciana negra, junto a una pila de naranjas, el fruto típico de la isla, los frutos que han de producir el licor que lleva el nombre del paisaje: Curasao. Abandona la hamaca y se encamina hacia la playa desierta; la blanca arena antillana y el azul de las aguas son sus compañeros de meditaciones en esta amarga hora del expatriado. El hombre de casi treinta años de edad está solo, pobre y lejos de su tierra, pero no se siente vencido. La noche cae sobre el Trópico. Sentado frente a una lámpara, comienza a redactar un informe, su primer análisis detallado sobre el fracaso de la primera república venezolana y sobre la realidad de la América latina. El examen del mismo nos presenta a un Bolívar más maduro, sumamente inteligente y de gran agudeza histórica y política. Las doce hojas del documento están destinadas a los habitantes de Nueva Granada y pasarán a...

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