VIII. En el Gran Escenario

Introducción

EL Madrid de 1863 era un lugar relativamente fácil de conocer. Desde luego, no era la gran urbe, monstruosa en tantos aspectos, que es en la actualidad. La capital de España era, por aquel entonces, un núcleo, entre provinciano y cortesano, con Isabel II a la cabeza, un Congreso constantemente disputado por absolutistas y liberales, hemiciclo de generales impacientes, y un brillante Ateneo de escritores e intelectuales críticos, avezados testigos de cada minuto del interesante y enloquecido acontecer nacional.

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