XIV. Galdós, Dramaturgo

Introducción

CUANDO Galdós regresa a Madrid, en noviembre de 1885, muere en El Pardo Alfonso XII. El novelista y la Historia tienen un extraño pacto de coincidencias. Siempre llega a tiempo de ser testigo. Y esta vez no sólo de la muerte de un rey joven, sino también de las intrigas y los politiqueos de cámara y pasillo. Se proclama la Regencia de María Cristina, y Sagasta sube al poder. Su primera medida es la de convocar Cortes para el comienzo del año 1886. Unas Cortes donde de forma insólita, aunque frecuente en aquel tiempo, se va a sentar Galdós en su flamante escaño de diputado elegido por diecisiete votos telegráficos. ¿A quién representa? Nada menos que a las Antillas. Sin embargo, y aunque suene a frivolidad, Galdós no ejerció el cargo en su vida. Iba allí a mirar, a observar, a cambiar impresiones y amistades con los grandes de la época. Maura trabó mucha amistad con él en aquella época de diputado. Y Maura es quien nos cuenta la capacidad de Galdós para la política:

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