XXIII. El Final

Canto XXVIII, del Paraso: El poeta ve un punto brillantsimo DESPUÉS de muerto el emperador, Dante vuelve a su vivir desasosegado, ahora ya sin esperanza, residiendo en diversos lugares de Lombardía, Toscana y la Romana bajo la protección de diversos señores, hasta que, finalmente, fue a Ravenna a terminar su vida. Poco cabe añadir a la historia: se piensa que pasó tiempo en Agubbio, con Bosone dei Raffaelli, y la tradición le asigna una celda en el monasterio de Santa Croce di Fonte Avellana, en el mismo distrito, en las laderas de Catria, uno de los más altos picos del Apenino. Después de la muerte del papa francés, Clemente V, Dante envió una carta, con fecha del 14 de julio de 1314, a los cardenales reunidos en cónclave, pidiéndoles la elección de un papa italiano. Hacia esa época fue a Lucca, que acababa de ser conquistada por su amigo Uguccione della Faggiuolla. En Lucca, a los cincuenta años, se le supone su último amor, con una dama luquesa, Gentucca...