Estrategia evolutiva defensiva desarrollada por aquellos organismos realmente bien protegidos y que se basa en la posesión de una coloración advertidora, aunque también puede utilizar olores o sonidos característicos. Dichos aspectos destacan claramente sobre el medio circundante en forma de coloridos vistosos (combinaciones de amarillo y negro, o rojo y negro, por ejemplo). En general, los animales que utilizan esta estrategia defensiva frente a sus predadores suelen poseer otros mecanismos de defensa, tales como espinas o venenos, y mediante su coloración lo ponen en evidencia, de tal manera que el posible enemigo relacione su diseño cromático con el peligro que encierra su poseedor. La coloración advertidora presupone, por tanto, un aprendizaje del predador, sobre el cual despierta una reacción negativa y en la que basa su...