Tipos de instalación Barbacoas de obra y fijas. Las barbacoas más tradicionales son las de obra, construidas en exteriores con materiales resistentes al calor, como ladrillos, piedra o cemento refractario. Estas instalaciones fijas suelen integrar chimeneas y zonas auxiliares para el manejo de utensilios, cenizas y alimentos. Son ideales para viviendas con jardín o terraza amplia y pueden personalizarse con diseños rústicos o modernos. Barbacoas portátiles y de superficie. Existen modelos portátiles pensados para su fácil transporte y uso en reuniones al aire libre o terrazas pequeñas. Están fabricados habitualmente en acero inoxidable o hierro fundido y funcionan con carbón, leña, gas o electricidad. La simplicidad de montaje y limpieza es una de sus ventajas principales. Barbacoas de gas y eléctricas. El desarrollo tecnológico ha permitido la aparición de barbacoas de gas, muy apreciadas por su rapidez de encendido y control de temperatura. Funcionan con bombonas de butano o propano y se adaptan tanto a cocinas exteriores como interiores, favoreciendo una cocción uniforme y eficiente. Las barbacoas eléctricas, usualmente de sobremesa, emplean resistencias para calentar la parrilla, lo que simplifica su uso y mantenimiento, sobre todo en espacios donde no se permite el humo o fuego abierto. Cocinas exteriores y barbacoas modulares. En los últimos años se han integrado las barbacoas dentro de cocinas exteriores completas, formando parte de islas de cocina, con fregaderos, zonas de almacenaje y hornos complementarios. Estas “cocinas de verano” permiten preparar menús variados y disfrutar del ritual social de la barbacoa con todas las comodidades.