Introducción Comerciante, commerçant, Kaufmann, conimerciante es la denominación común, utilizada en las codificaciones del siglo pasado, para designar a la persona, natural o jurídica, que, con la capacidad requerida por la ley, se dedica en nombre propio, habitual o profesionalmente, al ejercicio del comercio (C. de comerciante español, art. 1). En ella se comprenden las viejas denominaciones de mercader, negociante, negociador. Pero es actualmente insuficiente para abarcar a quienes se dedican al comercio en sentido estricto y también a la producción para el mercado. El empresario (v.), caracterizado por su referencia a la empresa (v.), abarca al comerciante y al industrial (cfr. C. de comerciante art. 1,2°: compañías comerciales o industriales). Todo comerciante es, pues, empresario; pero el empresario no es siempre comerciante por el objeto de su actividad. La calificación del industrial como empresario ha permitido extender al primero el estatuto tradicional del comerciante Por ello, puede definirse el empresario, sujeto del Derecho mercantil contemporáneo, como la persona, natural o jurídica, que ejercita en nombre propio una empresa: es el titular de un derecho subjetivo que le faculta para desarrollar la actividad (profesional y organizada) de empresa, utilizando, cuando exista, el establecimiento mercantil y asumiendo por ello las consecuencias económicas, favorables o adversas, que dicho ejercicio conlleva.