Fundación El origen histórico del Instituto lo hallamos en el celo de su fundador, Antonio María Claret, y en el estado religioso y moral de España por aquella época, tal como aparecía a los ojos del santo. En el verano de 1837 se desligó de las trabas que hallaba en su ministerio de ecónomo de Sallent (provincia de Barcelona), precisamente para contribuir al remedio de aquella situación, no solamente con su personal esfuerzo, sino sobre todo con la acción apostólica y la predicación misionera de una agrupación especial de sacerdotes.