Introducción Se ha pretendido buscar sus orígenes en la vaguedad tonal de ciertos pasajes del Tristán de R. Wagner, aunque responden simplemente al uso dramático de la modulación cromática, y al típico empleo wagneriano de la apoyatura. Entre los impresionistas resulta más evidente la progresiva desaparición de la funcionalidad y jerarquía de los grados tonales, hasta que A. Schönberg decidió establecer la atonalidad como sistema en sus Tres piezas para piano, op. 11 (1909); sólo a partir de Cinco piezas para piano, op. 23 (1923), intentó sistematizar el dodecafonismo serial, con ciertas normativas (en parte ya ideadas por J. Mathias Hauer), codificadas por el teórico R. Leibowitz, el cual incorporó el término dodecafonía en la nomenclatura de las técnicas musicales.