El Expolio es un cuadro pintado por El Greco para la Sacristía de la Catedral de Toledo, según Cossío, este cuadro es el más poético y de expresión más elevada del artista, suponiendo un momento cumbre de su producción. Una de las obras maestras de El Greco, que ya en su tiempo fue considerado como «una de las mejores pinturas que hayan podido verse». La realizó h. 1579, al poco de su llegada a España. Le fue encargada en 1577 por el cabildo de la catedral de Toledo; concluida la obra, el pintor hubo de sostener un pleito con los canónigos, por negarse éstos a aceptarla si no reformaba el grupo inferior de la izquierda, ya que según la ortodoxia, el Evangelio no menciona la presencia de las tres Marías en este histórico momento de la Pasión de Cristo. El pleito falló a favor del pintor: cobró por el cuadro 3500 reales y comenzó su fama. El lienzo, que mide 3,05 por 1,73 m representa el momento en que Jesús, cuyo rostro muestra dulzura y emotividad, es despojado...