El largo vuelo de Lindbergh

05/11/2024 3.762 Palabras

Un reto peligroso Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el océano Atlántico suponía aún una distancia infranqueable para la aviación. Americanos e ingleses rivalizaron encarnizadamente por ser los primeros en salvar esa extensión que impedía la comunicación rápida entre Europa y América. Los ingleses Alcoock y Brown fueron los primeros en saltar, empleando un avión terrestre desprovisto de tren de aterrizaje, desde Terranova a Irlanda. Era la primera victoria sobre el Atlántico norte, a la que seguiría la travesía aérea del Atlántico sur realizada por el comandante español Ramón Franco en 1926.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información