Introducción Su nombre se deriva del dios latino del tiempo y de la agricultura, padre de los dioses del Olimpo. Para la cosmología babilónica, el planeta Saturno marcaba los confines de los cuerpos oscuros, más allá de los cuales se extendía el manto de sombras salpicado de infinitas estrellas. Los astrónomos griegos lo denominaron Cronos, dios del tiempo, que con su tránsito celeste marcaba el ritmo de la última esfera cristalina del cosmos.