Baria

Historia

Fundada hacia el s. VI a.C., constituyó uno de los enclaves comerciales más importantes y antiguos de la costa meridional de la Península Ibérica en la ruta hacia Gadir (Cádiz) y debió de contar con una población de entre 1.500 y 2.000 habitantes en el momento de mayor esplendor (h. 100 a.C). Dedicada al comercio y a las industrias pesquera (salazones) y minera (yacimientos argentíferos), se han encontrado materiales griegos de cronología anterior a 450 a.C. Elevada a la categoría de municipium en época altoimperial romana, continuó siendo una fábrica de salazón y de garum, en la vía subsidiaria que unía por la costa Carthago Nova (Cartagena), capital del convento jurídico homónimo, con Urci (Águilas, Región de Murcia) y Almería; citado por el Anónimo de Ravena (Barría), Plinio 'el Viejo' (Bared) y Ptolomeo (Bareías), también lo mencionan Cicerón en una epístola (Ad Atticum XVI, 4, 2: oppidum Baream), Plutarco (Barteian) y Valerio Máximo (Badiam). A pesar de estar en pleno territorio de la Cartaginense perteneció a la Bética. Consta como sede episcopal ya a comienzos del s. IV, como documenta la presencia en el concilio de Iliberri (Elvira) de un presbítero. Abandonado el enclave costero, es probable que la población se retirara al interior conservando el topónimo el vecino municipio de Vera. El yacimiento arqueológico, declarado Monumento Histórico-Artístico el 26-X-1983, fue descubierto y excavado a principios del s. XX por el ingeniero de minas belga Louis Siret, encontrándose hasta 1.500 enterramientos fenicios y cartagineses e incluso una necrópolis ibérica.

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