Cueva con pinturas prehistóricas en las proximidades de Santillana del Mar (Cantabria). El bajo techo de la sala principal de las cuevas de Altamira, sobre el que se representaron las más espectaculares pinturas, posee una longitud aproximada de 160 metros cuadrados. La gran capacidad creadora de los artistas rupestres se pone de manifiesto en la variedad de sus manifestaciones. En la fotografía, motivos decorativos realizados con el dedo en el techo de la sala principal de la cueva. Los bisontes son los animales que más frecuentemente aparecen representados en las cuevas de Altamira, lo que permite deducir la importancia que estos integrantes de la fauna europea del paleolítico tenían para los pintores y sus coetáneos. Descubiertas las pinturas del techo de Cueva de Altamira por María, la hija de Marcelino Sáenz de Sautuola, en 1879, cuando éste excavaba el yacimiento hallado en 1868, mostrando a su padre los “bueyes” que representaban el primer hallazgo de arte...