María de Molina

Vida y reinado

En 1281 casó sin dispensa pontificia —debido al grado de parentesco que los unía— con el futuro Sancho IV de Castilla (1284-1295) y, a la muerte de Alfonso X (1252-1284), fue coronada reina, junto con su esposo, en la catedral de Toledo. A partir de ese momento, María de Molina influyó continuamente en las decisiones de mayor trascendencia política para el reino.

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