Las precipitaciones pueden clasificarse por su estado, naturaleza, tamaño, duración e intensidad, lo que da lugar a una variada terminología que, en España, presenta un marcado carácter regional. Para efectuar las mediciones se hace uso de distintos instrumentos, como el pluviómetro, el pluviógrafo y el pluviógrafo de intensidad. Los valores de precipitación se indican en milímetros de altura (mm) o en litros por metro cuadrado (1/m2), siendo ambas expresiones equivalentes. Estos valores pueden presentarse como datos absolutos (precipitación anual, estacional, mensual, diaria) o como medias aritméticas calculadas a partir de series pluviométricas (precipitación media anual, estacional, mensual).
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