Recorrido histórico Esta movilización espontánea constituía una alternativa provisional o una fuerza de auxilio complementaria a las fuerzas de seguridad instituidas por la autoridad y a las tropas regulares. Desde finales del s. XI y a lo largo de los ss. XII, XIII y XIV, la legislación catalana obligaba a los vecinos de todas las localidades a disponer de armas y a presentarse a la llamada de somatén. Cuando se trataba de repeler una agresión externa que amenazaba el territorio la movilización era general, pero siempre con fines defensivos, siendo el ejército el único responsable de una campaña militar ofensiva.