Tiberio Sempronio Graco

Vida

En 137 a.C., en el transcurso de las Guerras Celtibéricas (154 a.C-133 a.C), fue destinado a Hispania como cuestor a las órdenes del cónsul Cayo Hostilio Mancino, que sustituyó en la jefatura de las tropas a Marco Popilio Lenas, quien hasta entonces había sostenido el asedio de Numancia. Mancino no sólo se vio obligado a levantar el sitio de la ciudad arévaca sino que, derrotado por los guerreros celtíberos, tuvo que capitular. Tiberio Sempronio Graco evitó una matanza de legionarios romanos al invocar el nombre de su padre, cuya memoria era guardada con respeto por los indígenas, y consiguió que se establecieran conversaciones de paz. El Senado romano rechazó el tratado con paridad de derechos (foedus aequum) que negoció Mancino, a pesar de que reconocía las conquistas ya realizadas por Roma, y obligó a Mancino y a Graco a entregarse personalmente a los numantinos.

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información