Eutanasia

Introducción

Existen tres formas de eutanasia: activa, cuando se provoca la muerte mediante sustancias, drogas u otros métodos letales; pasiva, consistente en la eliminación de los medios destinados a prolongar la vida —permitir que la persona en una situación clínica terminal muera sin que se tomen medidas excepcionales para prolongar su vida y que no ofrecen ninguna esperanza de supervivencia natural, como aparatos de ventilación mecánica, por ejemplo—; e indirecta, cuando se administran calmantes con la intención principal de aliviar los dolores, aunque puedan anticipar la muerte.

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