Golda Meir

09/02/2009 3.400 Palabras

Introducción En 1969, Golda Meir se había retirado por completo de la vida política; tenía setenta y un años, una vida agobiante, hijos y nietos, más un cáncer en la sangre que le venía carcomiendo desde hacía unos diez años. Retirada en su casa, después de haber cumplido un papel histórico en la política sionista, dedicada a la lectura y a la música, concentrada en la redacción de sus memorias, era ya una figura de museo y una especie de estatua en vida que esperaba, de un momento a otro, ser enterrada con toda clase de honores.

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info