... XXXIV - XXXV - XXXVI - XXXVII - XXXVIII ISBN 978-84-9963-147-9Capítulo XXIVLa de los tristes destinos Capítulo XXIV de Benito Pérez Galdós Jesús Clavería, que ausente de París estuvo largos meses ...
... , desaparecemos, pobres gotas perdidas en el torrente europeo. FIN DE «LA DE LOS TRISTES DESTINOS» Madrid, Enero a Mayo de 1907.La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II...
... afectos, te digo: Adiós, mujer de York, la de los tristes destinos... Dios salve a tu descendencia, ya que a ti no te salve». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II ...
... placentera conformidad: «Me han echado... y ellos gozan de libertad... Bien, ¿y qué? Ahora... yo también libre». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI ...
... impropias de chiquillos, y antes que vaya a Palacio le aleccionaremos, para que no diga ni haga ninguna tontería.La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... escribe en la calle, sentada en un banco, o donde se tercia, apoyando sus tabletas en la rodilla... La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII ...
... instancias de Malrecado dieron todos otro tiento al peleón por despedida, y salieron a medios pelos. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII ...
... , aclaraciones, pruebas... invocando al Cielo y al Infierno como testigos contra el deslenguado calumniador. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... -. Parece que arde». Y risueña, radiante de alegría, respondiole su compañera: «No es incendio, es claridad». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... , Ibero, silencioso, pensó que a la medida de aquellas grandezas debieran cortarse siempre los hechos humanos. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... imprevisión, nada a la fantasía, y era la exactitud, la medida justa de todas las cosas del cuerpo y del alma.La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... Manso de Zúñiga ha dicho que volvería con la cabeza de Moriones atada a la cola de su caballo». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII - IX ...
... al heredero de la Corona eran: un cariño intenso, un elevado interés político y una vivísima compasión. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII ...
... cansaron de protegerte, y caíste en poder de los espíritus aviesos, que aborrecen la paz y abominan del amor. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... basta que una cosa sea disparate para que la piense yo... Mis dudas son peores que la muerte. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X ...
... y rostros presentes el duelo monárquico y doméstico... ¿Qué faltaba ya? Nada más que la orden de partir. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... María... y le encontró a usted volviendo del río con los cubos de agua... Soy, para servirle, Santiago Ibero. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII ...
... ca -dijo Prim al estrechar la mano de Topete y Malcampo-. Viaje malísimo... muertos de hambre». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII - IX ...
... resultando mujer de altas ideas, de corazón tan grande como las gigantescas moles del cercano Pirineo. La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII ...
... brazos forzudos del capitán Lagier, diciendo con voz llorosa: «Don Ramón, iba a buscarle...». La de los tristes destinos de Benito Pérez GaldósI - II - III - IV - V - VI - VII - VIII - IX ...
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