Federico de Onís define el modernismo como: «la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu que inicia hacia 1890 la disolución del siglo XIX, y que había de manifestarse en el arte, la ciencia, la religión, la política y gradualmente en los demás aspectos de la vida entera, con todo el carácter de un hondo cambio histórico». El citado crítico considera modernismo y Renacimiento, fin y principio de la Edad Moderna, «épocas en que la cultura hispánica imprime carácter propio a un movimiento universal». (Renacimiento y Modernismo, «La Torre» 2, 1953). Así, pues, el modernismo al igual que el Renacimiento o el romanticismo, fue un movimiento de carácter general, abarcó todas las manifestaciones de la cultura. La herejía modernista, la filosofía intuicionista de Bergson, el pesimismo voluntarista de Schopenhauer, la arquitectura de Gaudí, el movimiento de la «Bauhaus», y tantas otras manifestaciones ideológicas o artísticas, presentan caracteres comunes también al modernismo, como, p. ej., su exacerbado individualismo, su ansia innovadora y renovadora, su rebeldía.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: