... , dando una palmadita familiar en el abdomen, respetable al fin, de Bustamante.Y acercándose al oído del provinciano le dijo algo que le obligó a mirar al diván con ojos llenos de lujuria.-¿Odaliscas ...
... , dando una palmadita familiar en el abdomen, respetable al fin, de Bustamante.Y acercándose al oído del provinciano le dijo algo que le obligó a mirar al diván con ojos llenos de lujuria.-¿Odaliscas ...
... empezar para mí, excitando mi orgullo, y con la frente alta miraba la ciudad como cosa mía.-¿Soy provinciano? -me preguntaba, recorriendo aquellas calles animadas que diez o veinte años más tarde ...
... hay en toda la casa, llena de empleadas vistosas y coquetas, otramuchacha que tenga el aire tan provinciano como Margaret Spencer, y esCecilia Reyes. Cecilia Reyes es una morena de tez increíblemente ...
... , Síbaris, Roma y tantas otras ilustres corruptoras de la antigüedad remota? ¡Provinciano Él se sentía profundamente provinciano. Ni corte, ni cortijo; quería su ciudad adormecida,...
... madre; todo lo que tenía en el mundo. Se desmayó; el portero se puso furioso; le dieron al provinciano, de mala gana un poco de agua, y en cuanto pudo tenerse en pie casi le echaron de allí. Sindulfo ...
... , Síbaris, Roma y tantas otras ilustres corruptoras de la antigüedad remota? ¡Provinciano Él se sentía profundamente provinciano. Ni corte, ni cortijo; quería su ciudad adormecida,...
... de & 233;l, gritaba: & 161;Imb& 233;cil ... & 161;Est& 250;pido ... & 161;Provinciano Entre naranjos de Vicente Blasco IbáñezPrimera ParteSegunda ParteTercera ParteI - II - III - IV - V - VII - II ...
... madre; todo lo que tenía en el mundo. Se desmayó; el portero se puso furioso; le dieron al provinciano, de mala gana un poco de agua, y en cuanto pudo tenerse en pie casi le echaron de allí. Sindulfo ...
... o, de las culpas de su padre, de la prosa miserable que le ataba a su oficio de médico provinciano, oscurecido: el Aguado representaba sus sueños de ambición, sus instintos de delicadeza, sus triunfos ...
... . Sabines dirá: “el poeta se hizo en esosaños, que fueron de soledad y sufrimiento, y en los que eljoven provinciano resentía toda la hostilidad de la gran urbe.Leía a los clásicos españoles, y tres ...
... cortaLas cerezas del cementerio, 1910La señora, los suyos y los otros, 1912, novela cortaDel huerto provinciano, 1912, cuentosEl abuelo del rey, 1915.Dentro del cercado, 1916.Figuras de la Pasión ...
... veía una mesa bien puesta. Así le parecía digno de Baltasar aquel vulgarísimo aparato de restaurant provinciano. El mantel adamascado, más terso que fino; los platos pesados, gruesos; de blanco mate ...
... todos los centros políticos y sociales que tengo el honor de frecuentar?... ¡El provinciano ... ¡El provinciano , adjetivo que me enorgullece, porque demuestra la legitimidad de mi...
... sus magras piernas, y poniendo una mano en el borde de sus sombrero de fieltro con esa media sonrisa del provinciano apurado que quiere mostrar aplomo. Cuando había pasado un grupo, entonces respiraba ...
... , carreteros, tratantes, viajeros y marineros, gente de paso.Seguramente el joven provinciano —en aquellas andanzas iniciales por las calles y lugares públicos londinenses— se topó con la gente ...
... empezar para mí, excitando mi orgullo, y con la frente alta miraba la ciudad como cosa mía.-¿Soy provinciano? -me preguntaba, recorriendo aquellas calles animadas que diez o veinte años más tarde ...
... mujer. El tiempo había dejado, al pasar, su huella sobre la recia naturaleza de aquel noble provinciano. Conservaba, sí, su hercúlea presencia, pero cubierta la antigua rudeza por un manto de aplomo ...
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